Sobre

Orar por Aliyah implica una guerra espiritual.

 

Estamos convocando a personas que puedan sufrir dolores de parto en oración. También necesitamos maestros intercesores que puedan modelar cómo llorar por las cosas que rompen el corazón de Dios y tener empatía en nuestra intercesión. Dios ha estado generando impulso con la gente de Uganda, África. A través de todo lo que han experimentado, Él les ha enseñado a trabajar en oración. Comenzó a hablar y le dijo al pueblo cristiano de Uganda que dejara de orar por sus problemas. En cambio, dijo: "Pregúntame cuál es Mi destino para tu nación". Fue entonces cuando Dios comenzó a revelar la necesidad de altares de oración y el ministerio de los dolores de parto en oración. El Señor le dijo al Dr. John Mulinde (Misión Mundial de Trompeta y Montaña de Oración en Uganda) que esta oración de dolores de parto tendría sus raíces en Israel porque era, de hecho, algo que Él le había dado a Abraham, Isaac y Jacob. Sin embargo, Dios dijo que en un tiempo señalado, permitiría que el pueblo africano devolviera el regalo (de la oración de dolores de parto) que se originó con los judíos.

 

El enemigo quiere detener los planes de Dios. El enemigo es consciente de que si puede retrasar el poder de la oración de acuerdo, retrasará lo que Dios se ha propuesto para los judíos: el regreso a su tierra natal. En consecuencia, también retrasará que las naciones y el cuerpo de Cristo ocupen el lugar que les corresponde para ayudar a los judíos a regresar a casa. (Isaías 49:22)

 

Él está llamando a todas las naciones a unirse a la nación de Uganda en la oración de dolores de parto para que las naciones puedan devolver este regalo. Hay momentos en los que uno debe esforzarse para entrar en la presencia de Elohim, nuestro Dios Creador. Dios está uniendo a judíos y gentiles como "un nuevo hombre en Cristo". Esta es la temporada para orar. Ha puesto en los corazones del remanente Su principal objetivo en esta hora. Su deseo, confirmado en las Escrituras, es que su pueblo regrese a la tierra prometida. Y así, cuando regresen a su lugar ordenado por Dios, Israel, todas las naciones sabrán que Él es el Señor.

 

“Y cuando yo revele mi santidad a través de ti ante sus propios ojos ', dice el Señor Soberano,' entonces las naciones sabrán que yo soy el Señor. Porque los recogeré de todas las naciones y los llevaré de regreso a su tierra ”.

- Ezequiel 36: 23-24

 

¿Reconocemos nuestro tiempo de visitación? No perdamos lo que Dios está haciendo. Él está regresando a su pueblo a casa. Él está reuniendo a aquellos de nosotros que entendemos que la liberación de seis millones de judíos en América del Norte requerirá intercesión de dolores de parto y llanto ante el Señor, tal como Jesús lloró por Jerusalén porque no conocían su tiempo de visitación. (Lucas 19: 41-42)

 

Este es el momento para que la Iglesia despierte de su letargo y se ponga toda la armadura de Dios.